LD siempre se ha caracterizado por ser una empresa innovadora que motiva a los propios trabajadores a proponer y experimentar nuevas tecnologías y métodos constructivos en cada uno de los proyectos en que participan.
Con este tipo de estrategia participativa lo que se persigue es generar una cultura innovadora dentro de la empresa, que potencie la gestión del conocimiento para dar solución de las problemáticas que se presentan en las obras, incorporando nuevas prácticas que consideren tecnología y mejora de procesos en general.
En esta oportunidad queremos dar a conocer el “Proyecto habitacional social AMUYÉN I y II”, obra que se encuentra en construcción en la ciudad de Puerto Aysén, cuyo Administrador de Obra, Robinson Ojeda H., nos da cuenta de los procesos constructivos que se están utilizando y que lo destacan como uno de los proyectos más innovadores de la constructora en la región.
Este proyecto contempla la construcción de 2 comités de viviendas simultáneas del FSEV – CNT FONDO SOLIDARIO DE ELECCIÓN DE VIVIENDA – CONSTRUCCIÓN NUEVOS TERRENOS, en una superficie total de 10.97 hectáreas.
El complejo considera un total de 204 viviendas sociales, en una superficie total construida de 9.697 m2 y ampliada de 2.385,7 m2. Junto a ello, se construirán dos Sedes Sociales de 72,0 m2 en torno a un área verde interior de 1,52 hectáreas (152.895,05 m2).
Robinson Ojeda destaca que una de las principales innovaciones aplicadas en este proyecto es la utilización de una nueva técnica para la preparación del terreno antes de empezar a construir, denominada compactación dinámica. El profesional explica que la metodología de compactación dinámica tiene el fin de mejorar las propiedades mecánicas del terreno, densificándolo e incrementando su capacidad portante. Señala que “el empleo de esta técnica mejora las capacidades soportantes del suelo y densifica los estratos en profundidad, mediante la aplicación de una serie de esfuerzos dinámicos en superficie, generados por la caída de una masa -en nuestro proyecto, 20 toneladas para las fases 1 y 2, y 14 toneladas en la fase 3- desde una altura definida (20 metros en fase 1 y 2, y 4 metros en la fase 3)”.
El proceso de compactación dinámica se realiza con una grúa o algún equipo especial, que cumpla por completo con los estándares de seguridad y capacidad mecánica. Para el proyecto actual, Robinson indica que se usarán dos tipos de maquinarias: “en las fases 1 y 2 de la obra utilizaremos la grúa Liebherr HS8130 para el levantamiento de la masa de 20 toneladas y caída libre de esta masa desde 20 metros de altura. En la fase 3, la maquinaria será la grúa Liebherr HS855HD para el levantamiento de una plancha de 14 toneladas y caída libre de la masa desde 4 metros de altura. Adicionalmente se usará una Excavadora Komatsu PC40LC-85, con mástil hincador para la instalación de mechas drenantes, las cuales complementan la metodología de compactación dinámica en el mejoramiento de los suelos”.
Consultado sobre la elección de esta nueva técnica de preparación de suelos, Ojeda destaca los beneficios que esta ofrece para la obra. Señala que “la ventaja que entrega la compactación dinámica es que permite mejorar estratos licuables de gran espesor. Además, al utilizarse un equipo sencillo resulta rentable para grandes extensiones y posee una rápida velocidad de ejecución. Cabe tener en cuenta que, en general los resultados obtenidos por la compactación dinámica dependerán del número de golpes que reciba el material que se desea mejorar: a mayor número de golpes, mayor será la mejora en la capacidad de soporte, la disminución de la probabilidad de licuar y de los asentamientos por licuación a largo plazo”.
Junto a las técnicas mencionadas, el “Proyecto habitacional social AMUYÉN I y II” integra otras innovaciones, todas con el objetivo de mejorar los procesos de la obra. Al respecto, Robinson indica que se están utilizando nuevas tecnologías digitales, como el empleo de un dron que es usado como herramienta fotométrica de soporte en los controles topográficos de las faenas de construcción, facilitando la obtención de imágenes aéreas de la obra, una nube de puntos 3D y el modelo digital de elevaciones.
“Otro punto muy importante para nosotros –finaliza Ojeda- es lograr el mayor grado de industrialización de las viviendas a entregar, acelerando la construcción y estandarizando la calidad del producto final, facilitando así la entrega final del proyecto y disminuyendo las observaciones durante este proceso. En esta industrialización se han considerado los módulos para baños, habitaciones, comedor y el estar, además del módulo para la techumbre”, concluye el Administrador de la Obra.