El sector de la construcción es considerado como una de las actividades más contaminantes, teniendo en cuenta que el impacto provocado en el medioambiente no solo abarca los procesos de fabricación de materiales, el transporte y los trabajos de construcción por sí mismos, sino que también el uso que se les da a las edificaciones una vez terminadas.
Y precisamente son los edificios ya construidos los responsables de gran parte del consumo energético del planeta, como también de un importante porcentaje de las emisiones de CO2 contaminantes.
Como empresa B, para LD la preocupación y acción por el impacto ambiental y social provocado por sus obras es una de las líneas fundamentales de trabajo que buscamos que recorra todas las áreas. Para lo anterior, la optimización de la gestión de residuos es uno de los pilares centrales de nuestra propuesta de valor como empresa.
Así lo confirma Francisco Briceño, Encargado de Desarrollo Organizacional de LD y el equipo del proyecto de reducción de impacto ambiental formado el año 2020 que la empresa se encuentra desarrollando.
“Actualmente, los proyectos de construcción tienen un impacto directo a nivel ambiental, social y económico. Esto gira en torno a los residuos de construcción y demolición (RCD) y otros tipos de residuos provenientes de nuestras obras, las emisiones que se generan al aire (polvo en suspensión, gases de efecto invernadero [GEI] o ruido, por ejemplo) y el consumo y uso responsable de los recursos como energía o agua”.
Así, precisa que enmarcado en ser una empresa B, el compromiso de LD con ser una empresa carbono neutral para el año 2030 y en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, el propósito central del plan es implementar las herramientas y metodologías adecuadas para revisar, conocer, evaluar y medir los impactos producidos, para luego desarrollar políticas y mecanismos para gestionar correctamente las emisiones y minimizar el volumen generado por los mismos, poniendo énfasis en la eficiencia del uso de recursos.
Etapas del Proyecto de “Reducción de impacto ambiental”
“Como primer paso de este plan debemos definir qué y cómo mediremos para reducir el volumen de residuos que generamos, con foco especial en los RCD. A partir de esta medición, podremos analizar y estandarizar esa información por un periodo determinado entre las obras para disminuir, reciclar y reutilizar más los residuos generados”, manifiesta Francisco Briceño y el equipo del proyecto.
Contando con esta información crucial de cada obra, se da la posibilidad de comenzar a generar políticas concretas y mecanismos para realizar seguimiento, siempre con el objetivo de optimizar el impacto de la gestión de LD a través de nuevas y mejores prácticas.
El ejecutivo explica que el trabajo como equipo comenzó a partir de la documentación que existía respecto a la medición de los consumos de agua y electricidad de la empresa, con lo que lograron empezar a desarrollar mejores metodologías para comprender lo que ocurría en cada uno de sus proyectos respecto a la gestión de residuos. La meta es definir proveedores y metodologías para estandarizar las mediciones de generación y gestión de residuos en todas las obras, junto con definir cuáles RCD son aquellos que más se generan, cómo serán segregados y crear una trazabilidad de ellos y, a partir de eso, generar las líneas bases para gestionar en forma ordenada y coordinada entre todas las áreas.
“En este escenario nos interesa generar un plan de acción que involucre a las obras y oficinas centrales, desarrollando indicadores claros con sus registros respectivos. En este primer momento, estamos concretando la implementación de Recylink como proveedor principal de gestión de residuos. Con la información recopilada a partir de esta plataforma, podremos revisar integralmente la gestión de residuos que se está haciendo en cada obra, y a partir de ello promover y potenciar acciones para mejorar esta gestión”, señala Briceño.
Enfatiza que para lograr el éxito del plan es fundamental contar con la participación y colaboración de todos quienes conforman LD, de manera que cada uno se sienta parte del proceso: “en este marco, para fomentar la participación de todos los trabajadores y colaboradores, organizamos en forma periódica actividades grupales, lluvias de ideas, correos electrónicos, entre otras actividades, para que puedan entregar sus ideas y mejores prácticas”.